El último partido de vuelta de semis de la Copa Libertadores se definía. Boca Juniors se enfrentaba ante el sorpresivo Independiente del Valle. La ida había terminado 2-1 a favor del equipo ecuatoriano que de local y en la altura se fortalece. El equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto, ídolo del club, soñaba con la remontada y con encontrar un lugar en la preciada final.
Como era de esperarse la previa arranco con todo. La presión rondaba en el club xeneize, que necesitaba lograr títulos en el plano internacional. Guillermo intento tranquillizar y desvanecer esa incontrolable presión, al declarar;
“No sentimos la obligación de salir campeones…”
Pero con esa sola frase le dio de que hablar al mundo deportivo, en donde algunos los juzgaron y otros le dieron el visto bueno. La previa se ponía tensa, al Club copero no le quedaba otra que salir a ganar y concretar el pase a la final.
El partido arranco con un Boca imparable, creando jugadas y llegando al arco rival. A los 4 minutos del primer tiempo lograron ponerse arriba en el marcador con un gol de Pavón, joven apuesta, que no había podido disputar la ida por una tonta expulsión. Parecía que el equipo local destrozaría al débil Independiente del Valle. Sin embargo, el déficit del equipo argentino para concretar el gol y las fallas defensivas, concurrieron en el empate del equipo ecuatoriano. Se irán al descanso con el marcador igualado. Este resultado favorecía al equipo visitante. En el segundo tiempo Boca volvió a desaprovechar las oportunidades de gol presentadas (un gravísimo error del arquero Orión), y con esfuerzo y constancia Independiente del Valle marcó dos goles que lo acomodo hacía el camino final. El equipo xeneize tuvo la oportunidad de ponerse a tiro, cuando se le otorgó un penal a favor, lamentablemente como paso todo el partido no lo pudo hacer valer y el arquero del equipo visitante se agigantó.
Pocos minutos antes del final, Pavón, figura del cabizbajo Boca, descontó en el marcador, no obstante el final sería el mismo: Independiente del Valle, lograría clasificarse por primera vez en su historia a la final de la Copa elite de América.
Independiente del Valle, equipo acusado de tener un bajo nivel futbolístico, peleó y desafió a todas las predicciones posibles y se hizo un lugar entre los dos mejores equipos de América. El conjunto ecuatoriano es el equipo más joven, promedio de 23 años, jugando la Copa Libertadores.
El miércoles que viene se enfrentara antes el otro finalista, Atlético de nacional, que viene de eliminar al San Pablo, de Brasil.
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